lunes, 6 junio, 2022

Qué hay que saber sobre la viruela del mono


¿Qué es?

La viruela del mono es una enfermedad infectocontagiosa, endémica en algunos países de África, considerada una zoonosis porque afecta a animales y a partir de ellos puede contagiarse a humanos.

¿Qué la causa?

Es causada por un virus de ADN, del mismo grupo que los que causan la viruela humana, la vaccinia (que son los que se usan para la vacuna antivariólica) y el virus de la viruela bovina. En todo el mundo, los casos suelen relacionarse con viajes a la parte central de África o contacto con animales infectados.

¿Hay una epidemia?

La cantidad de casos en algunos países es significativa y podría considerarse una epidemia. No obstante, en Argentina sólo se han detectado dos casos, ambos importados. Fueron aislados, al igual que sus contactos.

La viruela del mono requiere contacto cercano y prolongado para contagiar. Se transmite por fluidos corporales, incluidas gotas respiratorias (no aerosoles), contenido de lesiones de la piel o saliva, que entran en contacto con mucosas o piel lastimada de otras personas. No es una enfermedad de transmisión sexual, pero el contacto prolongado e íntimo favorece el contagio. Es posible que el virus actual haya modificado alguna característica respecto del virus conocido, pero por el momento no se ha demostrado.

La probabilidad de una epidemia importante con transmisión a humanos o formación de reservorios animales fuera de la zona endémica se considera baja porque es relativamente poco contagiosa, fácil de detectar y aislar; no se contagia antes de ser clínicamente evidente y hay vacunas y tratamientos disponibles.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la viruela símica son similares a los de la viruela, pero suelen ser mucho más leves.

La enfermedad comienza con los siguientes síntomas:

  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolores musculares.
  • Dolor de espalda.
  • Ganglios linfáticos inflamados.
  • Escalofríos.
  • Cansancio.

El periodo de incubación de la viruela símica suele ser de 7 a 14 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. Entre uno y tres días después de la aparición de la fiebre los pacientes desarrollan una erupción cutánea. Las lesiones suelen aparecer en la cara al principio; posteriormente también se ven afectadas otras partes del cuerpo.

Las lesiones cutáneas pasan por las siguientes etapas:

  • Puntos.
  • Pápulas.
  • Vesículas.
  • Pústulas.
  • Costras.

La enfermedad suele durar entre dos y cuatro semanas.

¿Se pueden tomar medidas de prevención?

La higiene de manos con agua y jabón o desinfectantes es, como siempre, primordial.

Evitar el contacto con casos sospechosos y con su ropa personal y de cama, así como con animales que hayan estado en contacto.

Aislar a los pacientes infectados y a sus contactos.