Semana Mundial del Parto Respetado
Si hablamos de parto respetado hacemos referencia a resguardar y garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas gestantes, de las personas por nacer y sus familias en el momento de nacimiento, así como también de los neonatos. La Organización Mundial de la Salud lo define como un modelo de atención, que promueve tomar en cuenta, de manera explícita y directa, las opiniones, necesidades y valoraciones emocionales de las personas gestantes y sus familias, a lo largo del proceso de atención y cuidado del embarazo y parto. Las siguientes recomendaciones se enmarcan en la Ley Nacional 25929 que establece la regulación de los mecanismos y condiciones necesarias para asegurar el parto respetado.
En este sentido, es importante pensar la atención desde una perspectiva integral, considerando además de la dimensión clínica, todas las otras circunstancias que atraviesan a las personas y que en el contexto del embarazo, parto y puerperio pueden adquirir especial relevancia, respetando los tiempos biológicos y psicológicos, asegurando la privacidad y la consideración de las pautas culturales.
Es fundamental la información sobre el proceso de atención en todas las etapas de la gestación y en el momento del nacimiento, así como en el puerperio. Para ello se utilizará un lenguaje sencillo y comprensible a la hora de comunicar las distintas intervenciones médicas, abarcando diferentes opciones diagnósticas y/o terapéuticas de manera que la persona gestante pueda elegir libremente, evitando las prácticas invasivas en la medida que sea posible.
La persona gestante tiene derecho a elegir una persona acompañante de su confianza por lo que se debe favorecer el acceso del acompañante durante todas las instancias de atención (en el pre parto, sala de parto y/o quirófano) y debe tener a disposición opciones para el manejo del dolor durante el trabajo de parto y parto. Luego del nacimiento tiene derecho a tener a su lado a su hijo o hija, debidamente identificado, durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
En el marco de la presente ley, se resalta el respeto de las decisiones de las personas gestantes, garantizando el acompañamiento profesional que facilite la toma de decisiones autónomas, poniendo el énfasis en la no medicalización del natural proceso de embarazo y parto.
En Argentina, el modelo de atención de parto respetado se encuentra instalado en todo el país en el ámbito público y privado, y su práctica generalizada coexiste junto a una población informada y un universo profesional entrenado que acompañe a la gestante en todas las etapas del proceso reproductivo.
